
Quejido de profeta Al comienzo de Europa se encuentra España. Cubierta de manto gris leopardo y, como dijo el profeta, no puede cambiar sus manchas. Tierra abotargada: te estrujan, te mienten, te roban y desprecian, mas no respondes nada. ¿Qué droga o qué espíritu anestesió tu conciencia? Por favor, a tu sano juicio regresa. Montada en una máquina del tiempo has viajado demasiado a tus heridas viejas. Pero no son la guerra fratricida o las bombas de ETA las que de nube oscura tus montes y tus vegas ensombrecen. No es mirando atrás, sino hacia adentro… Es en el corazón de mi pueblo donde está la violencia y miseria. Tus médicos no sanan aquello que no ven, lo que niegan. Que te desangras con tus fiestas, vacías de luz y fundamento. Que tus jóvenes se marchan al país de la locura, de la incultura, de la duda y hacerlos volver es vaciar océanos. Deja de perseguir la zanahoria inyectada de arsénico. ¿Acaso no ves que Libertad es tu riqueza? ¿Y Verdad tu fortaleza? ¿Y que Esperanza te e