
Una poesía que pretende ser un guiño a mi tierra, con cosas que podían haberse vivido en cualquier barraca de Murcia en el siglo XIX. Costumbrismo de la huerta con notas trágicas y alegres. No apta para legalistas (amigos de fariseos). POEMA: DE LA BARRACA AL RÍO Llevando su carga andaba un pobre labradorcico. Por no tener no tenía ni un triste borriquito. Patatas, puerros, bajocas en una saca metidos y el lomo doblado de peso con el pan para sus hijos. Llegando el hombre a su puerta le sale a recibir la Lola y como pronto ya anochece lo abraza y no abre su boca. Recoge la poca siega y se mete dentro de casa, el agua hierve en la leña el hambre ruge en la panza. Los cinco hijos esperan cerca del hogar tapados, el de cuna desespera porque no lo amamantaron. Los mayores pelan habas, el padre, mientras, se asea, la Lola calma al pequeño y los otros ponen la mesa. -Ay, virgencica nuestra -reza el Paco ya sentados-, que abran pronto la escuela; Padre, que das la lluvia, grac