
Poema: Soledades Soledades, que matáis, que mordéis, que crecéis carcomiendo las entrañas. Soledades malditas… ¿Cuándo se acabará vuestro asedio? Sois culpables de tantas desgracias como estrellas en el cielo. Al alma solitaria acosáis, burlándoos con saña, pretendiendo como pago una muerte con infamia. Soledades inmensas, que pobláis por igual ciudades que valles, palacios y chabolas, rascacielos o mazmorras, buscando vivir del hombre, chupar su alegría, finar su linaje… Por mucho que huya os encuentro. Si corro voláis, si vuelo abrazáis y si abrazo a otro ser mi abrazo se convierte en hiel. ¡Fuera de mi habitación! Hallad morada en los desiertos y recreo en los abismos, que a mi solitario corazón lo ha visitado un Amigo... Sabe consolar el llanto, dice que siempre estará conmigo, que no reniega del débil, que me entiende, y no condena… Él os plantó cara en la Tierra y bajó al mismísimo Gehena. Arrebató la llave a la muerte y ahora vive por siempre. Embarazado de amor, sufrió mi dolor...