
Aquí tienes el cuento en audio: Y también en vídeo: Cuento: Las dos ayas Uno, dos, tres aldabonazos a la puerta del palacio. La mujer tísica, de harapientos trapos vestida y rostro tocado por tímidas arrugas que la hacían parecer mayor sin serlo, esperó unos minutos hasta que el guardián, un ángel de tamaño descomunal, abrió la perlada puerta. —¿Quién es usted y en qué podemos ayudarla? —Mi nombre es Engracia, pero todos me llaman Gracia, y deseo una audiencia con Dios el Rey, para ofrecerle mi servicio a cambio de simple albergue. —El ángel la repasó de arriba abajo y tal fue su expresión de escepticismo que la dama añadió—. Aquí donde me ve, soy fuerte y trabajadora. Nadie jamás se ha arrepentido de contratarme. Nunca me canso, soy generosa y esmerada. Cuido niños, cocino, atiendo ancianos. Como profesora he enseñado... —Basta, basta —la interrumpió el portero—. Aguard...