Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como Crecimiento

La edad de oro (un llamado a la madurez)

Imagen
La Edad de Oro Un llamado a la madurez Bronce, plata y oro (Tres Edades) 12 Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. 13 Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. 14 Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno. 1 Juan 2:12-14. 11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. 1 Corintios 13:11. Bronce, niños. Plata, jóvenes. Oro, maduros.   Hay que saber ser niños: disfrutar cada etapa.   MADURAR ES AVANZAR: SABER DEJAR ETAPAS ATRÁS.   Dejar las cosas de niños 11 Cuando yo era...

Cuatro razones por las que no prosperamos

Imagen
Dice la palabra de Dios en  Romanos 1:16 : “Porque no me avergüenzo del Evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree. Al judío, primeramente, y también al griego”.  Si el Evangelio está actuando en nuestras vidas, hay una evidencia. Nos saca de la ruina del pecado y nos lleva a una auténtica prosperidad. Aquí tienes el vídeo de esta enseñanza: Y aquí el audio: Yo  no creo que hay un Evangelio de la prosperidad, porque “hay un solo Evangelio”,  dijo Pablo, y “si alguien viene y os predica otro evangelio, sea anatema” (Gálatas 1:7-9). Algunos han hecho un énfasis tan grande, que han hecho un evangelio de las buenas obras, de la súper fe, de la súper gracia, de la prosperidad, etcétera. Pero hay un solo Evangelio, eso sí, que nos traslada todo el consejo de Dios y nos capacita plenamente; nos hace útiles y capaces, preparados para toda buena obra.  Por eso, no creo que hay un evangelio de la prosperidad, pero sí un evangelio que prospera....