
El Señor nos ha inquietado con una revelación basada en el año de reposo que Israel debía guardar cada siete años. Cuando no lo guardaron ese reposo se fue acumulando y después se tuvo que restituir de forma continua por setenta años, en el cautiverio de Judá (2 Crónicas 36:21 y Levítico 26:33-35). Pudimos trasladar esta pregunta al equipo pastoral de A los pies del Rey: podemos tomarnos este año de lucha contra el coronavirus y confinamiento como un cautiverio o como un plan divino de parar nuestro ritmo y llevarnos a confiar y reposar. ¿Qué haremos?