El Señor puso en mi corazón, en un tiempo de estar a solas con Él, el tener unos vídeos en los que ayudemos a muchos jóvenes (y no tan jóvenes) a ponerse en forma en su vida espiritual. La idea es que si tenemos entrenadores para poner en forma nuestro cuerpo y nos motivan a tener una disciplina, ¿por qué no aprovechar las nuevas tecnologías y hacer ese trabajo de entrenamiento en la búsqueda de Dios?
Destacando, siempre, que nuestro entrenador de oración es el Espíritu Santo porque: Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles (Romanos 8:26).
Aquí está la bienvenida:
Y aquí el primer vídeo de entrenamiento:
Destacando, siempre, que nuestro entrenador de oración es el Espíritu Santo porque: Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles (Romanos 8:26).
Aquí está la bienvenida:
Y aquí el primer vídeo de entrenamiento:
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