Hemos orado desde la cocina, el salón, una cueva, un paseo, un aseo, un despacho y hoy, desde el automóvil. Porque también el vehículo puede ser un lugar de encuentros con Dios.
¡Cuántos momento de oración maravillosos hemos tenido en nuestro vehículo! También puede ser un buen lugar de intimidad con Dios, como nos lo demuestra este TEDO.
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