Amar la tierra (Agua Viva)


 AMAR LA TIERRA:  

dijo el Señor Tuviste tu lástima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer, que en espacio de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció. Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de 120000 personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda y muchos animales. Jonás 4:10-11. 

 

 

Para ser profeta debes hacer tuyo el pecado.  

 

Jonás se debería haber hecho uno más de Nínive y arrepentirse con ellos. Tuvo compasión de la calabacera porque le daba sombra y no tuvo compasión de los hombres de Nínive. Ciento veinte mil. Una gran ciudad con sus animales. 

 

Mi experiencia:  

Cuando fui a Bolivia yo le preguntábamos al Señor ¿por qué nos mandas, Señor? No lo entendía, hasta que nos dio amor por la tierra. 

 

Solo los que bendicen su tierra pueden conquistarla y comer de su fruto.  

 

Jesús amó al mundo, lo conquistó y ha llevado mucho fruto. 

 

En Números 13:25hasta el capítulo 14, verso 10, vemos el mal reporte de los espías.  

 

Los que maldijeron la tierra no entraron. En cambio, Josué y Caleb la conquistaron y comieron su fruto. 

 

En Deuteronomio 1: 34 al 40 vemos que una mala generación no pudo tomar una buena tierra.  

El problema no era la tierra. El problema era la generación.  

 

Pregunta ¿Vamos a ser una iglesia Jonás o una iglesia Josué y Caleb? 

 

Dios le dice a Jonás: Claro que me interesa la tierra. Yo la amo y quiero bendecirla y revelarme a los hombres y mujeres de la Vega Baja 

 

En Hechos 15 estaban siendo un poco Jonás. Pero Santiago toma la palabra y declara: 

 

Simón ha contado cómo Dios visitó a los gentiles para tomar de ellos pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas: Que el resto de los hombres busque al Señor y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre. Hechos 15: 14 y 15 y verso 17.  

 

Jacobo estaba citando la profecía de Amós 9: 11 y 12.  

 

Todas las naciones y los gentiles estaban en el plan de Dios. 

 

Pero hay un versículo clave aquí, es el verso 16: Reedificaré el tabernáculo de David que está caído, y repararé sus ruinas, y lo volveré a levantar 

 

El tabernáculo de David era la iglesia de puertas abiertas y con la presencia de Dios.  

 

La iglesia en la calle, los discípulos en movimiento. Esa iglesia estaba provocando la conversión de los gentiles.  

 

El Señor quiere levantar el tabernáculo de Jesús en cada ciudad: Una Iglesia viva, con la presencia de Dios, con alabanza y adoración, como en el tabernáculo de David, con las puertas abiertas, con un mover del Espíritu Santo que nos lanza hacia fuera. 

 

El tabernáculo de Jesús en cada ciudad va a provocar: 

 

 que más vidas se acerquen a Cristo y sean salvas.  

2º Y también será bendición para la tierra, como lo fue el tabernáculo de David para todo Israel, o el arca para la casa de Obed Edom 

 

 

El pozo de Drake 

 

El 27 de agosto de 1859 cambió la historia de la humanidad. Ese día brotó crudo por primera vez, el oro negro fue el gran salto energético que necesitaba el mundo para avanzar 

 

Cuadro de textoEn El Confidencial: Por Javier G. Jorrín 

27/08/2019  
 

Edwin Drake le gustaba que le llamaran ‘coronel’ aunque no lo era. Durante su vida, había sido casi todo menos eso: maquinista de ferrocarril, oficinista, agente de correos… Procedía de una familia humilde de rancheros del estado de Nueva York y era el ejemplo perfecto de un hombre americano 'hecho a sí mismo’. A los 19 años se fue de casa para buscarse la vida y terminó fundando una de las industrias más lucrativas que ha visto la humanidad: la petrolera. 

 

A mediados del siglo XIX, uno de los grandes retos para la industria era conseguir un sistema de iluminación barato y abundante para los hogares. En esos años, Thomas Edison inventó la bombilla, pero tardaría décadas en generalizarse su uso. El material más utilizado era el aceite de ballena, una materia prima que, si no se hubiese sustituido, habría provocado la extinción de los grandes cetáceos. 

Forma 

Fue en esa época cuando en EEUU comenzó a estudiarse el ‘aceite de roca’ (petróleo), que brotaba de forma natural en algunos ríos de Pensilvania. Uno de los mejores ejemplos era el de Oil Creek (‘arroyo petróleo’), situado en el pueblo de Titusville. Este río tenía varias filtraciones de petróleo, por lo que su corriente solía contaminarse afectando especialmente a las explotaciones de sal que existían en la zona. Una de las familias afectadas era la de Samuel Kier, un químico estadounidense que decidió empezar a estudiar aquel extraño compuesto oleoso que era altamente inflamable. 

 

Después de varios experimentos, Kier consiguió refinar el crudo para obtener queroseno, producto que se puede quemar sin que genere el humo y el olor que produce el petróleo crudo. Dos emprendedores estadounidenses comprendieron el potencial del petróleo y fundaron la Pennsylvania Rock Oil Company (renombrada posteriormente Seneca Oil): George Bissell y Jonathan EvelethBissell necesitaba hombres de acción para investigar los brotes de crudo de Pensilvania y por casualidad conoció a Drake.  

 

Aunque este no sabía nada de minería ni de geología, tenía dos virtudes: dominio de todo tipo de herramientas y arrojo. El candidato perfectoA principios de 1858 en Titusville comenzó con pequeñas excavaciones en forma de zanja con las que el 'coronel' esperaba encontrar algún brote de crudo, pero después de varios meses de fracasos, comprendió que era necesario un proyecto mayor. A mediados de 1858, Drake planeó una estrategia más ambiciosa: perforar un pozo de varios metros de profundidad similar a los de sal que ya existían. Para ello, construyó una choza de madera que protegía la perforación y adquirió una máquina de vapor y un taladro perforador. En ese momento, todavía no existía el taladro rotor y era necesario percutir la piedra. 

 

Desde el primer momento, las complicaciones fueron innumerables. Uno de los principales problemas fue el hundimiento del pozo, por lo que Drake tuvo que idear un sistema para perforar a través de un tubo que evitaba que el agujero colapsase, sistema que funcionó durante décadas. Drake y sus hombres trabajaron durante casi un año con el único descanso dominical, pero sus esfuerzos fueron inútiles. Cuando alcanzaron los 10 metros de profundidad, todo un logro para esos años, Bissell y Eveleth tiraron la toalla y decidieron cortar la financiación. Era abril de 1859.  

 

Drake estaba convencido de que su empresa sería un éxito, por lo que se decidió a prolongar la exploración. Logró recolectar 2.000 dólares de amigos y familiares para continuar la perforación, pero a lo largo de ese verano agotó todos los fondos. Los vecinos le apodaron ‘loco Drake’ y no les faltaba razón. Cuando estaba en la ruina, el ‘coronel’ logró un crédito de 500 dólares para extender los trabajos. Durante todo el verano trabajaron con el único descanso dominical y en agosto de 1859 consiguieron alcanzar la profundidad de 21 metros. Ese día toparon con una extraña grieta y decidieron parar la perforación. A la mañana siguiente, 27 de agosto, al llegar a la excavación se encontraron con el inconfundible aroma del crudo que brotaba de la tubería en cantidades muy superiores a las que habían imaginado. El primer pozo de petróleo de la historia estaba listo: ya podía empezar la legendaria fiebre del petróleo. Habían tardado un año y medio, pero lo habían conseguido. 

Oro negro 

El pozo de Drake llegó a producir algo más de 30 barriles al día, que, a un precio de 20 dólares, suponían unos ingresos de 600 dólares diarios. Una auténtica fortuna que no tardó en tener imitadores. La ladera en la que se situaba el pozo solo tenía árboles y pequeños matorrales a su alrededor; unos años después ya no quedaba nada. En su lugar ‘brotaron’ miles de pozos que buscaban el ansiado ‘oro negro’. 

 

Aunque todavía no existía el motor de combustión, la aplicación del petróleo para la iluminación tenía suficiente potencial como para garantizar millones de dólares de beneficios. En EEUU, el subsuelo pertenece al dueño del suelo, de modo que la primera parte de la inversión consistió en la compra de terrenos. Los precios se dispararon rápidamente y se generó así una primera burbuja muy lucrativa consistente en vender pequeñas parcelas. 

 

La fiebre del petróleo arrasó en Pensilvania. 

Muchos hicieron fortunas, y otros tantos dilapidaron las suyas. No fue el caso de Drake. El ‘coronel’ no fue capaz de anticipar el éxito de su perforación y no patentó sus investigaciones. Tampoco adquirió tierras suficientes para especular y, finalmente, el dinero que ganó lo empleó en malas inversiones que terminaron por arruinarle. Murió en noviembre de 1880 sumido en la pobreza. 

 

La perforación de pozos petrolíferos no tardó en expandirse por todo el mundo. Los geólogos buscaron indicios de petróleo en cualquier parte del globo. Un ejemplo fue el Fuego Eterno que brotaba en la ciudad de Kirkuk y que albergaba debajo el yacimiento de Baba Gurgur, descubierto en 1914 y que fue el mayor hasta que se localizó el pozo del Campo Ghawar en Arabia Saudí, más de 30 años después. El descubrimiento de Drake cambió la historia de tal forma que 162 años después todavía sigue siendo la principal fuente de energía. 

 

 

 

En la historia del pozo de Drake podemos aprender que es necesario un trabajo de oración, de adoración, de ser testimonio, de servir a los hombres, de anunciar la Buena Nueva.  

 

La verdad es que es duro trabajar en la Tierra... pero TODOS los que fuimos llamados y hemos accedido a esta vocación, sabemos que entregarlo todo, significa DAR LA VIDA POR LOS DEMÁS,  lo dijo Jesús en Juan 15:13 ... "Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos"... 

 

 

El petróleo está ahí.  

 

El tesoro está en la tierra. Sólo hay que saber trabajarla y no cansarnos, porque no se cosecha sin sudor y paciencia.  

 

Por tanto, hermanos, sed pacientes hasta la venida del Señor . Mirad cómo el labrador espera el fruto precioso de la tierra , siendo paciente en ello hasta que recibe la lluvia temprana y la tardía . Sed también vosotros pacientes; fortaleced vuestros corazones , porque la venida del Señor está cerca . 

Santiago 5:7-8 - 

 

 

Para terminar quiero leer una palabra que el Señor nos dió en octubre de 2012, hace casi 9 años.  

 

En resumen, que nos comprometamos con la tierra y veremos el fruto.  

Una palabra que el Señor nos dio en octubre de 2012 como ministerio: 

 

Dios nos dice que amemos esta tierra de España, una tierra donde ha habido derramamiento de sangre, donde se han expulsado a los judíos, donde hay crisis, donde hay orgullo, soberbia, idolatría, incredulidad y los hombres son de dura cerviz… Pero la vamos a amar, porque Dios nos ha puesto aquí para servir a esta tierra y la vamos a amar.  

 

El Señor nos desposa con esta tierra; otros van a maldecirla, nosotros vamos a bendecirla; otros la van a ver como una tierra mala, nosotros la vamos a ver como una tierra de oportunidades; una tierra buena, que mana leche y miel.  

 

Y ese es el espíritu que Dios nos quiere dar, el espíritu de Josué y Caleb, para no ser como los espías que dieron el informe malo desanimando al pueblo; nosotros vamos a ser de aliento y ánimo para otros; nosotros vamos a ser como Josué y Caleb: vamos a dar el informe real, pero positivo. Sin dejar de ser soñadores seremos realistas; es verdad que hay gigantes, es verdad que hay murallas, pero donde otros ven gigantes, nosotros veremos pan para comer, donde otros ven murallas del enemigo, nosotros vamos a ver que se levantarán castillos del reino de Dios; vamos a ver la tierra buena, tierra de oportunidades… Diremos: “Con el Señor con nosotros nos los comeremos como pan, nosotros y nuestros hijos tomaremos esta tierra de España”. 

 

Nosotros vamos a tener un espíritu superior y Dios nos da autoridad en esta tierra. Dios nos dará la humildad para no menospreciar a los que ven las cosas diferentes; caminaremos con el manto de humildad. Pero Dios nos dice: “Os doy las llaves, os doy autoridad en esta tierra, os doy las llaves como a Josué y a Caleb, y os doy las llaves como a David”.  

 

Aquí  hay tres hombres y tres nombres: Josué, Caleb, David. 

 

Josué conquistó Canaán y Caleb Hebrón. Dios permitió que Jerusalén quedara sin conquistar, y el tercer conquistador fue David, que tomó Jerusalén cuando llegó el tiempo de establecer el reino allí. El Señor habla con estos tres espíritus: el de Josué, Caleb y David, con el  propósito de que derribemos gigantes. De hecho, mirad: Josué venció gigantes, Caleb venció gigantes y David mató al gigante Goliat.  

 

Dios nos dará las llaves para tomar esas tierras. Autoridad para tomar fortalezas inexpugnables.  

 

Nos dará amor por esta tierra; nos casa con esta tierra; así como nosotros conocemos a nuestras esposas con y las amamos, así también  conoceremos esta tierra como a una esposa, con sus defectos, sin embargo, la amaremos. 

 

Y diremos: “¿qué hacemos nosotros llorando, llorando los pecados del Lorca, de Murcia, de Granada, de otras ciudades… de España? Pero es que estamos tomando la responsabilidad, estamos arrepintiéndonos. 

 

¿Cuándo podremos servir bien a esta tierra? Cuando nos casemos con ella; cuando entremos en pacto con lo que Dios está haciendo aquí. Pero Dios dice que nosotros serviremos a otros países de fuera, los serviremos. Pero Dios nos casa con España; Dios nos casa con esta tierra; daremos hijos para esta tierra de España, hijos del reino. Muchos se irán, porque la cosa se pondrá dura, pero nosotros nos mantendremos, porque amaremos esta tierra.  

 

Desde aquí nos permitirá viajar y bendecir naciones y restituir el pecado de España, porque España llevó lo malo, pero España llevará ahora lo bueno y será puerta de bendición para Europa y llevará bendición para América. 

 

Dios me está mostrando una visión: Y nos veo como los reyes de la antigüedad, vestidos noblemente, vestidos como el rey cuando iba a la guerra, vestidos con escudos, con capa, con malla, con corona, porque Dios nos hará reyes en esta tierra. Si la servimos nos hará reyes en esta tierra, pero la tenemos que servir primero, la tenemos que pelear primero, como  la estamos peleando. Y Dios nos dará fortalezas, nos hará reyes en esta tierra, nos dará escudos y llevaremos el reino, no nuestro propio reino sino el reino de Dios, y nuestros hijos serán príncipes. 

 

Dios me hace ver que no seremos conquistadores para una iglesia, ni para una denominación, una radio, una televisión, un ministerio, etc. Seremos conquistadores para el reino de Dios. 

 

Desde entonces hemos sido fieles a esa palabra y lo estamos viendo. 

 

10 ¿Te unes a este reto de amar España? 

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