Somos la ciudad De Dios, la Jerusalén en la Tierra. Y Dios cuida de su ciudad cada mañana, como asegura en el Salmo 46. Una promesa que nos llena de fortaleza en tiempos convulsos.
Salmo 46:4-5:
Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios,
las moradas santas del Altísimo.
5 Dios está en medio de ella, no será sacudida;
Dios la ayudará al romper el alba.
las moradas santas del Altísimo.
5 Dios está en medio de ella, no será sacudida;
Dios la ayudará al romper el alba.
VÍDEO:
AUDIO:
Comentarios
Publicar un comentario