La palabra celo está relacionada con fervor. En griego zeó, que se traduce como ardiente, ferviente, hervir o tener calor.
Tres cosas en las que Dios nos llama a ser fervientes:
1- En servir: Romanos 12:11. “Fervientes en espíritu, sirviendo al Señor”.
2- En orar: En Santiago 5:17 dice que “Elías oró fervientemente”.
3- En amar: 1ª Pedro 4:8 nos recomienda que seamos “fervientes en el amor”.
El celo del que estamos hablando hoy produce en nosotros un gran estímulo espiritual que nos hace estar en ebullición, fervientes, en un hervor. El celo nos lleva a servir, a amar y a orar. Nunca a hacer daño o perseguir.
Comentarios
Publicar un comentario