Esta Pandemia ha sido una gran llamada de Dios:
A sus atrios. A su aposento. A su intimidad.
A sus atrios. A su aposento. A su intimidad.
Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación. ISAÍAS 26:20
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