Testimonio de Juan Antonio Sánchez.
El que por muchos años fue presidente de los Gedeones de España tuvo una conversión maravillosa (como todas) y cómica a la vez. Mi pastor, Fernando Vergara, lo llevó a los pies de Jesús. Tuve el honor de conocer a Juan Antonio y de reír con él y aprender de él, ya que su pasión por Cristo y por salvar a los perdidos era inagotable. Sevillano de pura cepa y heraldo del poder del gran Cristo (antes del Cristo del Gran Poder) su vida nos hizo alegrarnos en el amor de Dios muchas veces y, recientemente, también llorar por su partida al Cielo. Juan Antonio se suma a los muchos hombres y mujeres de Dios que han viajado a la patria celestial a través de la pandemia. Este es mi pequeño homenaje desde el respeto, las lágrimas y el cariño.
Dale un abrazo de mi parte a Fernando en el Cielo. Hasta pronto Juan Antonio...
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