¿Por qué no examináis este tiempo presente?

¿Por qué no examináis este tiempo presente?




“¡Hipócritas! Sabéis examinar el aspecto de la tierra y del cielo; entonces, ¿por qué no examináis este tiempo presente?” (Lucas 12:54-59 LBLA).

Cuando Jesús nos manda a examinar el tiempo presente con la misma precisión con la que nos anticipamos a la meteorología, hay que subrayar que Él no dijo que seamos como los presentadores del tiempo, anunciando que vendrá pronto o más tarde. Jesús dijo el “tiempo presente”. ¿De qué es tiempo hoy? ¿Qué espera el Señor que hagamos ahora, en esta temporada? Y recuerdo cuando los discípulos tuvieron esa inquietud legítima de preguntarle al Señor, ya resucitado, “¿restaurarás en este tiempo el reino a Israel?” (Hechos 1:6). Es muy parecido a preguntarnos, ¿volverá en esta generación? Y Jesús les contesta sin ambages: “No os corresponde a vosotros saber los tiempos ni las épocas que el Padre ha fijado con su propia autoridad; pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra” (Hechos 1:7-8). Es decir, les remitió a obedecer la instrucción del presente. ¿Qué debían hacer ellos en ese momento?

“Y reuniéndolos, les mandó que no salieran de Jerusalén, sino que esperaran la promesa del Padre: La cual, les dijo, oísteis de mí; pues Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de pocos días” (Hechos 1:4-5). Una vez capacitados con esa llenura podrían hacer lo que a ellos les tocaba hacer en su generación.

Jesús llamó hipócritas a los de su día, porque aparentaban ser algo que no eran. Me explico. Parecían ser sabios, porque podían anticiparse al clima del futuro, pero realmente eran necios, ya que no entendían su situación presente y lo que Dios esperaba de ellos. ¿Nos diría hipócritas a nosotros hoy? Creo que a la humanidad en general sí. Somos capaces de pronosticar ciertos acontecimientos naturales (como la meteorología) o sociales y económicos con enorme acierto, sin embargo, no podemos entender el llamado actual, el kairós presente, que nos invita a arrepentirnos y a ponernos en paz con Dios (Lucas 12:58).

Ahora bien, así como un 50% de probabilidad de que llueva afecta a ciertos planes o formas de vestir, un 50% de posibilidad de que venga Jesús nos debería bastar para vivir en una sana disciplina espiritual:

Alertas: Mateo 24:43, Marcos 13:33 y Lucas 21:34.

Velando y orando: Mateo 24:42, Marcos 13:35-37 y Lucas 21:36.

Con aceite en la lámpara: Mateo 25:1-8 y Lucas 12:35.

Siendo fieles al Señor y a su Gran Comisión: Lucas 16:11-12, Mateo 28:16-20.

O cuidando de sus negocios: Lucas 12:37-38.

Recordemos que todas esas parábolas fueron contadas a sus discípulos, y que ellos habían de esperar la pronta venida de su Maestro y tener una sensación de inmediatez en el cumplimiento de las profecías. ¿Cuánto más nosotros?

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