Poema: El contacto de tu mano

Poema, Juan Carlos Parra, El contacto de tu mano,

Poema: El contacto de tu mano

 

Jesús, no sueltes mi mano

que sin tu contacto caigo.

¿El peligro? ¿Negarte? Ya no.

Es deslizarme al abismo,

al vacío de mi existencia,

allí donde la soledad tiene

fuerza de Leviatán y sombras:

lúgubres formas proyectadas por alas,

ángeles caídos, desgraciada tiniebla.

Aprieta fuerte mi mano, Señor,

que tu presencia a mi lado

aleja fantasmas del pasado,

me infunde cálida paz, y abrigo...

Hay frío, pero ya no vence.

Hay guerra, mas no me envuelve.

El mundo sigue girando, frenético,

mareando a sus moradores
sin que nadie gobernarlo sepa.

Yo también siento náuseas...

Aprendí a caminar aferrado

cual padre con niño a tu mano.

No dejes, Señor, que deje de tocarte,

pues tu virtud es mi resistencia.

Dicen: “¡Los últimos tiempos!”.

Yo también lo pienso, entonces,

¡probados seréis moradores del orbe!

Maldad veremos y engaño sin par.

Recuerda que prometiste estar

todos los días hasta el fin.

¡Lidéranos! ¡Te necesitamos aquí!

Si batallo tras tu bandera,

quizá perezca, por seguir la idea

y no la misma presencia: ¡Tú!

¡Tú, a la cabeza y a la diestra!

¿Resisto fiel y cada día firme,

en mi lugar asignado, al frente?

¡Es por tu mano! Hoy en mi mano,

mañana en mi frente, pasado sentir

en mi hombro tu tacto elocuente:

“¡Estoy aquí! ¿No lo ves? ¡Y seguiré!”.

Oigo estallidos de bombas,

gemidos de madres y lamentos,

niños que sufren la barbarie.

 

Tu tum, tu tum, tu tum...

El latir de tu corazón aparece.

Se hace presente, cadente,

inmanente. Me serena...

¿La dicha de todos?

¡Que todos lo sientan!


En Murcia, a 25 de octubre de 2024

Juan Carlos P. Valero

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