Siembra un hábito

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En esta enseñanza trataremos de dar respuesta a estas inquietudes: cuáles son los hábitos del cristiano; cuáles los hábitos nocivos; cómo romper malos hábitos; y cómo forjar buenos hábitos. "Siembra un acto y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosecharás un carácter. Siembra un carácter y cosecharás un destino". Charles Reade (escritor, s. XIX).
Según la RAE, hábito es un modo especial de proceder o conducirse, adquirido por repetición de actos o por tendencias instintivas.

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El apóstol Pablo advirtió a los cristianos de corinto que sus buenos hábitos podían ser dañados por malas compañías.
Si por motivos humanos luché contra fieras en Éfeso, ¿de qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, que mañana moriremos. No os dejéis engañar: “Las malas compañías corrompen las buenas costumbres.” Sed sobrios, como conviene, y dejad de pecar; porque algunos no tienen conocimiento de Dios. Para vergüenza vuestra lo digo. 1 Corintios 15:32-34.
Nuestra carne y sangre puede tener unas tendencias ya fijadas (lo que la RAE llama instintivas). Como una herencia para el mal. Algunas podrían ser:
- mentir.
- ser egoístas.
- agresividad o violencia.
- tristeza o depresión.
- tendencia a la fornicación o a homosexualidad.
- inclinación a fumar, beber o comer en exceso.
Otros hábitos pueden ser producto de la repetición. Así lo vemos en Jeremías 23:13:
¿Puede el etíope mudar su piel, o el leopardo sus manchas? Así vosotros, ¿podréis hacer el bien estando acostumbrados a hacer el mal? 
El mal es un hábito por la repetición. Una costumbre. Por eso dice el profeta, "estando acostumbrados a hacer el mal".
También el hábito negativo puede ser acrecentado por la influencia de malas compañías. De nuevo recordamos 1 Corintios 15:33:  No os dejéis engañar: “Las malas compañías corrompen las buenas costumbres".
Lo cierto es que los malos hábitos pueden llegar a ser una atadura muy fuerte:
- gente con hábito de maldecir (lenguaje soez).
- gente acostumbrada a la pereza.
- otros con costumbre de malgastar.
- hábitos destructivos en la alimentación, en la sexualidad o en la higiene y el orden.
Todo esto es una GRAN TRAGEDIA para el ser humano.
Dice un refrán español: "Los hábitos al principio son telarañas, pero con el paso del tiempo se convertirán en fuertes cables".
Otro grande de la literatura inglesa (devoto, por cierto), Samuel Johnson escribió: "Las cadenas del hábito son generalmente demasiado débiles para que las sintamos, hasta que son demasiado fuertes para que podamos romperlas".
Estos malos hábitos se tornan cadenas. Por ejemplo, para muchos jóvenes la costumbre de los juegos de apuestas se ha convertido en una cadena. Otro hábito malsano del tiempo moderno es la cíber adicción: atadura al smartphone, las nuevas tecnologías o las redes sociales.
¿CÓMO ROMPEMOS CON ESTAS MALAS COSTUMBRES?
1- ODIA ESOS HÁBITOS Y CONFIÉSALOS:
Por ejemplo, el ladrón arrepentido reconoció que su pecado no era un acto puntual (poieo) sino un hábito o práctica (prásso). Prásso viene de práxis, que significa, acto repetido habitualmente. Un hábito. 
"Y nosotros a la verdad, justamente, porque recibimos lo que merecemos por nuestros hechos (prásso= prácticas); pero éste nada malo ha hecho". Lucas 23:4.
Podemos ver cómo el ladrón de la cruz mostró su arrepentimiento al reconocer que estaban recibiendo el merecido por su estilo de vida.
También es necesaria una renuncia de todo lo que se ha estado practicando. Así lo hicieron los de Éfeso cuando creyeron en el evangelio: 
También muchos de los que habían creído continuaban viniendo, confesando y declarando las cosas que practicaban (prásso= prácticas). Y muchos de los que practicaban la magia, juntando sus libros, los quemaban a la vista de todos; calcularon su precio y hallaron que llegaba a cincuenta mil piezas de plata. Así crecía poderosamente y prevalecía la palabra del Señor. Hechos 19:18-20.
La confesión de sus pecados incluyó renunciar a sus prácticas y todo el material que usaron para alimentar su pecado. Fue una gran pérdida económica: quemaron materiales por valor de 50 000 piezas de plata (4 millones de euros en la moneda de hoy). Sin embargo, esa pérdida o renuncia traía libertad del ocultismo y la magia, hábitos diabólicos que les tenían cautivos.
2- DESECHA AL VIEJO HOMBRE Y ECHA MANO DEL NUEVO:
Pero ahora desechad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, maledicencia, lenguaje soez de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, puesto que habéis desechado al viejo hombre con sus malos hábitos, y os habéis vestido del nuevo hombre, el cual se va renovando hacia un verdadero conocimiento, conforme a la imagen de aquel que lo creó… Colosenses 3: 8-10. 
3- INCORPORA NUEVOS HÁBITOS:
¿Cuáles son los hábitos del cristiano? Si estudiamos la palabra costumbre o el verbo acostumbrar descubriremos cinco hábitos básicos en la vida del Espíritu.
LOS HÁBITOS DEL CRISTIANO
1- EL HÁBITO DE LA ORACIÓN
- El gran ejemplo es el Señor Jesús nuestro Maestro: 
Y saliendo, se encaminó, como de costumbre, hacia el monte de los Olivos; y los discípulos también le siguieron. Cuando llegó al lugar, les dijo: Orad para que no entréis en tentación. Lucas 22:39-40.
- También Moisés nos deja una muestra de este hábito:  Y acostumbraba Moisés tomar la tienda, y la levantaba fuera del campamento a buena distancia de él, y la llamó la tienda de reunión. Y sucedía que todo el que buscaba al Señor salía a la tienda de reunión, que estaba fuera del campamento.Y acostumbraba hablar el Señor con Moisés cara a cara, como habla un hombre con su amigo. Éxodo 33:7,11.
- Y por supuesto Daniel, quien siguió orando como de costumbre, a pesar de la prohibición (Daniel 6:10).
2- EL HÁBITO DE CONGREGARNOS PARA ADORAR
Esta fue costumbre de Jesús y su familia: Lucas 2:41-42, y Lucas 4:16. Y nos dice claramente en Hebrero 10:25: no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca.
3- EL HÁBITO DE LEER, OÍR Y OBEDECER LA PALABRA DE DIOS
Hebreos 5:13-14. 
4- EL HÁBITO DE PREDICAR, ENSEÑAR O TESTIFICAR
En Jesús: Marcos 10:1.
Y en Pablo: Hechos 17:2.
5- EL HÁBITO DE  LA GENEROSIDAD
"Sea vuestra costumbre sin avaricia, contentos con lo que tenéis". Hebreos 13:5.
Recuerda la cita de Charles Reade (escritor, s. XIX): "Siembra un acto y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosecharás un carácter. Siembra un carácter y cosecharás un destino". 
Entre lo que hoy eres y tu destino HAY UN CAMINO ADOQUINADO POR LOS HÁBITOS QUE SIEMBRES.
Por eso ¡Ánimo! ¡Siembra un hábito!

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