LA VIDA ES UNA BÚSQUEDA, UN VIAJE DE BÚSQUEDA
Está más que cIaro el que no vamos solos en este viaje. Tenemos a otros buscadores que son, por decirlo con este símil, compañeros de viaje.
Es difícil explicarles que todo viaje tiene un destino y que el final de su camino será una decepción o un fracaso. Pero lo que sí podemos hacer es, mientras vamos caminando a su lado, mostrarles algo: que ellos van solos en esa búsqueda, en sus fuerzas, a diferencia de nosotros que vamos con Jesús al lado.
Su Presencia debe hacer una diferencia.
A nivel de calidad de vida.
A nivel de nuestros matrimonios y familias.
A nivel de nuestro carácter de paz y reconciliación.
A nivel de nuestra forma de trabajar.
A nivel de nuestro amor y perdón.
En fin, Dios nos va a permitir mostrarles que Jesús sí que es real en nosotros.
Aunque para lograrlo debamos vivir situaciones extremas, que den a conocer que hay un Dios en Israel.
Que se sepa que hay un Dios en la tierra no solo depende de la calidad de nuestro Dios, sino también de la calidad de sus representantes. Un mal representante puede hacer mucho daño, sobre todo si ostenta poder de representación.
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